«Acepta tu lado oscuro. Todos lo tenemos».

Es esa parte de nosotros que muchas veces tendemos a ocultar, a disfrazar o a minimizar.
O lo que es peor, llevarla al extremo opuesto.
No es sano.
Porque no nos quita ningún mérito ser oscuros en algunas áreas.
La perfección es eso, la suma de todo, de la luz y de la oscuridad.
¿O acaso, cómo crees que ibas a seguir creciendo si no tuvieras una parte que te impulsa a tomar conciencia y apuntar hacia dónde quieres seguir trabajando de ti?
Nos hemos educado, erróneamente, en la idea de que no podemos ser egoístas, airados, débiles… ¿por qué?, ¿por qué no?.
Es una aplastante realidad que todos somos “algo” de eso, entonces ¿por qué no tenemos la sencillez de aceptarlo y poder hablar de ello?.
Tú imagínate, si no podemos SER algo de eso (inseguros, malpensados, débiles, irritables…) y lo somos: entonces qué hacemos, ¿dejamos de SER?, ¿NO PUEDO SER LO QUE SOY?, ¿DEJO DE EXISTIR?.
Que difícil nos lo ponemos, ¿no?, qué de trastornos de identidad nos podemos estar buscando.
Entonces usemos el sentido común: Yo soy algo. Eso está claro.
Con cosas que me hacen sentir bien y con cosas que me hacen sentir menos bien.
¿No será mejor, que me acepte y me cuide para seguir creciendo como persona?
Una persona que habla de sus zonas oscuras con naturalidad, es una persona con una autoestima sana.
Una persona que no se juzga y que no te juzga: “Yo soy impaciente y lo digo, y me digo y me repito cada día que “la prisa mata”, a ver si poco a poco me voy integrando la idea” 😉
Y tú, ¿qué eres?.
A partir de la aceptación de esas partes de nosotros es como entendemos la paz y la felicidad. Que horrible es vivir ocultando partes de nosotros, (“a ver si se me va a notar”, ¿EL QUÉ, QUE SOY HUMANO?).
Viviendo así, te sumas estrés, rigidez, te quitas fluidez y naturalidad.
¿Tú has visto al río que diga: “a ver si se me va a notar que el agua está un poco sucia por aquí”?.
¿O has visto a un árbol avergonzado de sus ramas, porque no son tan fuertes como las de otro? Tampoco.
En definitiva, ¿has visto a la vida y a su energía que se oponga a sí misma, que se niegue a sí misma? NO.
Sólo se nos ocurre a nosotros, los humanos. Que nos hemos dejado llevar por el ego y nos hemos metido en un túnel ¿sin salida?.
Yo te ofrezco una: ¡mira tus zonas oscuras y acéptalas, ellas te hacen crecer!
GRACIAS.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir