El lenguaje del cuerpo

El lenguaje del cuerpo

Cuerpín, el lenguaje del cuerpo.

Ayer charlando con una amiga me contó una historia divertida y enternecedora a partes iguales.

Su sobrino, chiquitito él, un día estaba sintiéndose incómodo y al preguntarle que le pasaba dijo que no sabía, que su cuerpo estaba intentando comunicarse con él, que le estaba diciendo cosas, pero que no lo entendía porque él no hablaba cuerpín.

No sé a vosotros, pero a mí esta historia me produce una ternura tremenda.

No solo por la sinceridad del pequeño, sino por la inteligencia asombrosa que tiene.

Ya sabemos que los niños son muy inteligentes y ven todo más claro que nosotros.

Los adultos lo complicamos todo.

Esta historia apareció ante mí para darme el impulso que necesitaba para escribir lo que os quiero contar.

Hace tiempo que vengo dándole vueltas a un asunto frecuente, poco entendido y muy limitante. Pero no encontraba las ganas o la manera de hacerlo.

Ahora que ya sé que el cuerpo tiene un idioma particular y se llama cuerpín voy a contaros cosas.

El cuerpo nos habla. Eso yo creo que casi todos lo tenemos bastante claro.

Nos manda información en formato de síntomas.

Podemos sentir ligereza y relajación, angustia y nerviosismo, pesadez y tensión, vacío y desmotivación; bienestar y calma… podemos sentirlo todo si nos detenemos a escuchar.

El cuerpo se expresa y somatiza, nos pone en todo nuestro ser cualquiera que sea el CONFLICTO EMOCIONAL NO RESUELTO que necesite sacar.

Bien porque no puede disimularlo más o porque ha llegado el momento de que lo atiendas de una vez.

También puede hablarnos cuando nos hemos hecho amigos y aprendemos su idioma, pero de eso luego os cuento más.

El cuerpo al principio intenta comunicarse de forma suave y susurrante, poco a poco va subiendo de intensidad llegando en muchos casos a ponernos un ataque de ansiedad delante, insomnio recurrente, problemas digestivos, alteraciones del sistema inmune, hormonales, problemas psicológicos… LO INUNDA TODO.

 

Recuerda que el cuerpo es bueno, que va contigo, que quiere ayudarte.

Por eso te dice cosas, pero que si con un susurro no le escuchas, alzará la voz hasta convertirla en un grito de esos que rasgan la garganta.

Así que el cuerpo te dice cosas. El cuerpo te habla y te habla en su idioma.
Cuerpín.

Cuerpín es el lenguaje que él sabe y quiere compartir contigo.

Un idioma universal que está con nosotros desde el principio de los tiempos, con una forma de expresión asombrosa y admirable.

 

Así que cualquiera que se haya parado un momento a explorar su cuerpo, notará que le habla.

 

Si has llegado a esa conexión contigo te felicito, no es fácil darse cuenta de estas señales ligeras que nos manda el cuerpo sin necesidad de lastimarnos.

Sobretodo en nuestra era.

Esta era de locura rápida y superficial, de quererlo todo ya y acumular (experiencias, títulos, cosas…), sin disfrute genuino.

 

Cualquiera que siga mi trabajo sabe que hablo en muchos post sobre esto.

Vivimos hacia fuera, buscando el logro, la aprobación y el número.

Nos hemos desconectado de nosotros y de la esencia de nuestro ser.

Vivimos desde el hacer y el tener; y no desde el ser.

Creemos que las satisfacciones inmediatas y superficiales son la clave, lo queremos todo para ya y hemos automatizado la vida.

Gran error, tremenda pérdida. Monumental desvarío

Otro día seguimos con eso de la fast life y su innegociable veneno.

Hoy estamos hablando de cuerpín, ese lenguaje maravilloso que cualquiera puede aprender y usar a su favor.

Ese lenguaje que necesita tiempo y dedicación; y en muchos casos guía de alguien que lo estudie a fondo y te pueda orientar.

 

Cuando uno no conoce el idioma pero cree que sí, va a cometer muchos errores.

 

De la misma forma que no podrías completar un papeleo importante que está redactado en un idioma que no conoces y habrías de pedir ayuda, con el cuerpo ocurre lo mismo.

 

No completes el papeleo sin saber lo que pone. No te quedes con la superficialidad del síntoma, que es cierto que está ahí, que te dice algo, pero que en la mayoría de las veces no es lo que tú crees.

 

Que te está apretando por dentro para que hagas algo, pero no cualquier cosa, no de cualquiera manera y no a cualquier precio.

 

El cuerpo es sabio, más que nosotros. De hecho, si tuviéramos que nombrar un jefe supremo de todo nuestro ser haciendo un reduccionismo extremo, diríamos que es el cuerpo. Que el jefe, el mandamás, es tu cuerpo.

Por eso es tan importante escucharlo, analizarlo y entenderlo.

Porque va a ser tu gran brújula en la vida.

Pero de la misma forma que no te echarías al mar con una brújula que no está bien calibrada, no te eches a las cosas importantes de la vida sin calibrar tu cuerpo, tu conexión con él, ni estar bastante seguro de lo que te está tratando de decir.

Me parece un tema apasionante del que podría estar hablando horas, pero creo que la idea general de lo que os quería contar está plasmada y os animo a que le deis una vuelta, a que calibréis esta conexión con vuestro cuerpo, a que os sinceréis con vosotros mismos y os digáis si sabéis cuerpín o necesitáis aprenderlo.

Porque de ello depende que hagáis una vida consciente y elegida; y no una automática y saboteada por vuestro ego.

Aquí os dejo abierta la puerta a un poder inmenso, pero recordad que como nos enseñó la peli de Spiderman: “Un gran poder, conlleva una gran responsabilidad”.

Gracias por acompañarme a través de las palabras,

Vanessa.

2 comentarios
  1. Guadalupe
    Guadalupe Dice:

    Cuanta razón, Vanesa. Hasta ahora no era consciente totalmente de qué el cuerpo tenía du idioma
    Hoy en día si pero no sé cuerpo. Tendré que prestar más atención para aprender el idioma. Muchas gracias, tomo conciencia de ello. Mucho qué aprender. .Me encantó.

    Responder
    • Vanessa
      Vanessa Dice:

      Como me alegro Guada de que te sirva. Todos estamos por aprender cuerpín, vamos haciéndolo poco a poco. Se requiere paciencia y humildad, cosas que tú tienes, así que ánimo con ello. UN beso!

      Responder

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